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martes, 27 de noviembre de 2012

Pues no. No lo es. Igual que no es lo mismo el pimentón que la paprika (por mucho que los alemanes insistan en ello), pues lo mismo pasa con la telefonía y la VoIP. El origen de la equivocación reside en que ambos términos se parecen, y mucho. Pero existen diferencias entre ambas tecnologías.


Muchas veces nos escudamos en la terminología para ahondar más aún en la dificultad para entender según qué tecnologías. Como es el caso que nos ocupa. Las diferencias para novatos en la materia casi son anecdóticas:
· La telefonía IP está vinculada a los sistemas de telefonía digital IP PBX basados en LAN que emplea el protocolo IP para las comunicaciones de voz. ¿Esto que implica? Que todos sus componentes se transmiten de manera digital a través de una red IP (habitualmente una LAN) en forma de paquetes digitalizados.
· La VoIP supone digitalizar la voz digital a partir de un proceso binario para transmitirla a otro dispositivo VoIP (por lo general otro teléfono) como paquete binario. Además, la información se transmite mediante un protocolo IP y es controlada desde un software servidor, que es el que se encarga de gestionar todas las señales, rutas de llamada o la gestión IP telefónica.
Parecen lo mismo, pero no lo es.
¿Dónde está la diferencia?, se estará preguntando alguno. Sencillamente en que una no podría funcionar sin la otra. Es decir, si no hay VoIP (la base de todo el sistema), no hay telefonía IP.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Telefonía IP: claves para reducir costes en un entorno PYME

Se habla hasta la saciedad de que la telefonía IP es una buena opción para todas aquellas pequeñas y medianas empresas que desean reducir costes. Por eso conviene explicar las cosas desde un principio para que las PYMES tengan todas las cartas sobre la mesa a la hora de jugar. ¿Qué es la telefonía IP? ¿Cómo funciona? ¿Qué beneficios me proporciona?


Responder a estas preguntas no es nada complicado. Lo supone, sin duda, enzarzarnos en un lenguaje farragoso y lleno de tecnicismos. O lo que es lo mismo, que a los pocos segundos se desvanezca el interés por una tecnología tan atractiva como la telefonía IP. Y lo que es peor, sin posibilidad de recuperar ese incipiente interés. Enterrado de por vida. O casi. Y no. No es así.
Por eso planteábamos al comienzo de este post que el punto de partida debe ser la respuesta a estas preguntas tan básicas como difíciles de responder, y no otro. De forma sencilla y práctica, sin quitarle tiempo al que no lo tiene.
• ¿Qué es la telefonía IP? Ni más ni menos que la conversión de una señal analógica para su envío en paquetes de datos mediante IP. Este es el formato del que se sirven algunas aplicaciones, como es el caso de Skype, para enviar y recibir llamadas de manera gratuita desde un ordenador.
• ¿Y la telefonía IP se reduce a esto? No. No sólo supone utilizar unos ordenadores para comunicarnos con otras personas allá donde estén, sin importar la distancia. Porque el uso de los ordenadores se combina con otros recursos online y con las redes tradicionales de telefonía. Y todo ello con un equipamiento necesario que permita la conexión entre dos teléfonos, o entre un teléfono y un ordenador, y viceversa.
• ¿Con la telefonía IP puedo hablar a un coste menor que con la telefonía tradicional? No se trata sólo de hablar, sino de utilizar los recursos que esta tecnología pone a disposición de los usuarios para intercambiarse datos, imágenes, videos, etc., y de manera simultánea. Una videoconferencia, por ejemplo. Con la telefonía IP es posible, y con tarifas reducidas. El ahorro en viajes, gastos y desplazamientos necesarios para tratar un determinado asunto que incumba a una PYME es un valor añadido a tener muy en cuenta.
En definitiva, telefonía IP. Un inmenso mundo de posibilidades.

jueves, 8 de noviembre de 2012

El servosistema.......

Miguel Ramírez, primer decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de Catalunya, fue profesor  en la Universidad; en concreto de la asignatura de Servosistemas.
Recuerdo cómo el primer día de clase soltó aquello de que el mejor servosistema es la cadena del wáter. En función de los resultados obtenidos se adapta el proceso. El flujo de agua que entra en el depósito se regula en función del nivel que va alcanzando el agua hasta detenerlo cuando está al máximo de su capacidad, antes de que se desborde. El proceso de llenado se reinicia cuando el depósito está completamente vacío.
Es decir, en ingeniería un servosistema es un sistema mecánico, electromecánico, eléctrico o electrónico que se regula por sí mismo al detectar el error o la diferencia entre su propia actuación real y la deseada. Se mantiene el resultado deseado por medio de la corrección instantánea de las desviaciones de su funcionamiento normal.
Este planteamiento es el que deberíamos aplicar a las reglas que utiliza nuestra sociedad y a los productos y servicios que presta una empresa. Si no obtenemos los resultados esperados, aumento de ventas y beneficios, creación de empleo y riqueza; simplemente debemos modificar los procesos.
Debemos acostumbrarnos a que aunque no se cambie el procedimiento, no siempre se obtienen los mismos resultados. Hay que controlar los resultados obtenidos y cuestionárselos. Hay un montón de factores que influyen sobre los resultados, y no todos pueden estar contemplados en el proceso.
Modificar un proceso no es fácil, pero muchas veces ni siquiera nos planteamos ni la necesidad ni la posibilidad de afrontar un proceso de cambio. Lo natural es admitir que el monitorizar los resultados y cuestionarnos el proceso es parte intrínseca del propio proceso, como indica el concepto de servosistema.
El servosistema es un círculo que garantiza la corrección de los resultados. Es un círculo virtuoso.
La vida es un círculo. Observemos la naturaleza: cada año labramos, abonamos la tierra, sembramos, regamos, cosechamos y volvemos a labrar la tierra. Es el ciclo de la vida, la renovación constante, la innovación constante. Preguntarse, pensar y meditar, buscar la mejor solución, diseñar alternativas, comparar opciones, decidir, actuar, tomar decisiones, analizar los resultados, efectuar los ajustes necesarios y volver a empezar.


Este planteamiento es el que deberíamos aplicar a las reglas que utiliza nuestra sociedad y a los productos y servicios que presta una empresa. Si no obtenemos los resultados esperados, aumento de ventas y beneficios, creación de empleo y riqueza; simplemente debemos modificar los procesos.
Debemos acostumbrarnos a que aunque no se cambie el procedimiento, no siempre se obtienen los mismos resultados. Hay que controlar los resultados obtenidos y cuestionárselos. Hay un montón de factores que influyen sobre los resultados, y no todos pueden estar contemplados en el proceso.
Modificar un proceso no es fácil, pero muchas veces ni siquiera nos planteamos ni la necesidad ni la posibilidad de afrontar un proceso de cambio. Lo natural es admitir que el monitorizar los resultados y cuestionarnos el proceso es parte intrínseca del propio proceso, como indica el concepto de servosistema.
El servosistema es un círculo que garantiza la corrección de los resultados. Es un círculo virtuoso.
La vida es un círculo. Observemos la naturaleza: cada año labramos, abonamos la tierra, sembramos, regamos, cosechamos y volvemos a labrar la tierra. Es el ciclo de la vida, la renovación constante, la innovación constante. Preguntarse, pensar y meditar, buscar la mejor solución, diseñar alternativas, comparar opciones, decidir, actuar, tomar decisiones, analizar los resultados, efectuar los ajustes necesarios y volver a empezar.